
Voluntariado en Montenegro
Nuestra semana en Kotor, Montenegro, no solo se trató de disfrutar de su impresionante belleza, sino también de marcar una diferencia. Conocida como la “Ciudad de los Gatos”, Kotor es un lugar donde los gatos forman parte integral de la vida cotidiana. Dentro de la ciudad amurallada, puedes ver gatos descansando en las plazas, los cafés e incluso sobre los mostradores de las tiendas, tranquilos y claramente bien cuidados. Fue conmovedor ver que muchos de ellos estaban esterilizados, alimentados y vivían en armonía con las personas.
Pero fuera de las murallas, la realidad cambia. Vimos muchos gatos callejeros, a menudo heridos o sufriendo infecciones. Aunque los vecinos hacían todo lo posible por alimentarlos, era evidente que se necesitaba más ayuda. Fue entonces cuando conocimos a una organización sin fines de lucro, Kotor Kitties, que trabaja para vacunar y tratar a los gatos callejeros. Ellos nos dieron el contacto de un veterinario y nos animaron a llevar a cualquier gato que encontráramos.


Cuidado de Gatos en Montenegro: Una Experiencia Refrescante y Significativa


Uno de los primeros gatos que encontramos tenía una infección, así que lo llevamos al veterinario. Él trató al gato, le dio medicación e incluso realizó una castración. Todo el proceso fue rápido y muy eficiente. El gato pasó la noche en el garaje anexo a la clínica del veterinario, y a la mañana siguiente lo recogimos para devolverlo al lugar donde lo habíamos encontrado.
Lo que más nos sorprendió fue lo fácil y accesible que resultó este proceso. Una vez que nos dimos cuenta de que podíamos ayudar a más gatos callejeros, empezamos a llevar dos o tres gatos al veterinario cada día. Al final de nuestra estancia, habíamos ayudado a ocho o nueve gatos a recibir tratamiento y castración. Incluso sin el equipo ideal —teníamos un solo transportín, algunas cajas de cartón y correas— logramos que funcionara. ¡En un momento llegamos a tener cuatro gatos en el coche!


Al reflexionar sobre nuestra experiencia, sorprende lo bien que funciona este sistema en comparación con Albania, que está justo al lado. El contraste entre los dos países en términos de bienestar animal es enorme, y nos encantaría que leyeras sobre esa experiencia en otra entrada del blog. Si más lugares del mundo pudieran adoptar un sistema como el de Kotor, se podrían resolver muchos problemas relacionados con los animales callejeros. Kotor no es solo un destino hermoso: es una oportunidad de hacer algo realmente gratificante.
El veterinario fue increíble, no solo por su dedicación a los animales, sino también por lo amable y servicial que fue. Nos explicó todo, desde el proceso de tratamiento hasta cómo podíamos aprovechar mejor nuestro tiempo allí para ayudar a la mayor cantidad de gatos posible. Kotor Kitties, que financia estos tratamientos, también merece todo el reconocimiento: están haciendo un trabajo increíble para darles a estos animales una mejor oportunidad de vida. Te animamos de corazón a considerar hacer una donación. 🔗


Lo que más nos llamó la atención fue lo reconfortante que resultó estar en un lugar donde ayudar era tan sencillo. Si visitas Kotor, te recomendamos dedicar aunque sea una pequeña parte de tu viaje para ayudar a los gatos callejeros, incluso si solo son uno o dos. Es una forma fácil de marcar una diferencia real mientras sigues disfrutando de unas vacaciones inolvidables.
Voluntariado en Montenegro
Pasamos un mes de voluntariado en Vlorë, Albania, y queremos compartir nuestra experiencia contigo.